jueves, 9 de julio de 2009

¿QUÉ ES EL AUTISMO?


Aunque necesitamos nuevos avances para entender mejor la causa exacta del autismo, la evidencia científica coincide en establecer que los síntomas de los trastornos del Espectro del Autismo, son el resultado de alteraciones generalizadas del desarrollo de diversas funciones del sistema nervioso central. La causa, o causas, están aún por dilucidar. Está claro que no se trata de una causa biológica única, sino que hay que considerar una etiología multifactorial. En la mayoría de los casos hay que considerar el papel de factores hereditarios, con una contribución genética compleja y pluridimensional, que daría lugar a una gran variabilidad en la expresión de las conductas. Sin embargo, los genes por si solos no pueden explicar todas las variaciones que se dan en las desviaciones muy precoces. Hay que tener en cuenta la interacción entre el potencial genético y el entorno biológico a nivel pre y perinatal, también en otros casos existe una gran relación entre los trastornos del Espectro del Autismo y algunas patologías genéticas —fenilcetonuria, esclerosis tuberosa, neuro-fibromatosis, Fragilidad X....etc.—

Dado que el autismo es básicamente una alteración del desarrollo, su manifestación concreta variará considerablemente en función de la edad y la experiencia vital de la persona.

Esta descripción sostiene que el diagnóstico clínico debe ser un elemento que favorezca la ayuda personalizada en vez de entenderse como una etiqueta negativa; ya que permite identificar las competencias y necesidades particulares de cada persona. Aunque hay ciertos elementos clave compartidos por los programas más eficaces, existe un amplio rango de terapias posibles, muchas de las cuales pueden ser útiles para problemas particulares, o de ciertas personas. Todas estas posibilidades deben tomarse en consideración al desarrollar los planes personalizados de apoyo.

Estos planes de apoyo deben ser controlados y revisados regularmente, a fin de valorar su eficacia, y también su adecuación al desarrollo y a las circunstancias de la persona. Cada persona es miembro de una familia, y, por extensión de una sociedad. Todas las partes implicadas necesitan recibir ánimo y apoyo en su esfuerzo para lograr un entorno que favorezca el desarrollo máximo de las personas afectadas por el autismo, su felicidad y una mejor calidad de sus vidas.